martes, 16 de abril de 2013
Las membranas permeables
El apareció, vestido de traje color gris perla, impecable imagen, de tez terrosa, pelo blanco dominado con gomina, mirada de agua entre verde y parda, gestos ceremoniales.
Zapatos de negro brillo y una corbata en la gama de los grises, aire displicente, manos gestuales de mimo, mandíbula salida concentrado frente de su piano de notas blancas y negras. Verbo de roca y de fuego, epistémico y a la vez humanitario.
Forjada su conciencia entre Ser y Tiempo.
El se sienta, no mira a los demás, él se supo con plena lucidez, decide, su muerte.
Ayer vino a mi sueño otra vez, en los muelles del inconsciente, baja de un velero sin remos, pasión del dos por cuatro, melodías románticas surcaban la boca del piano.
La fiesta se fue evaporando como él, que sin despedirse, baja el proscenio azul y desaparece atravesando las membranas permeables entre la vida y la muerte, entre, entre el sueño y la vigilia...
La sombra de un hombre trepando la soga en su cuello, en nota de Sol, una carta sobre el piano, testimonio y testamento, lúcido, antes de dejar el Ser, entre el alter y el ego, su rostro, entre el cielo y la tierra, su cuerpo, gravitando la soledad del instante final, habitante ya de las urnas de la memoria....
Marcelo 16/4/13
domingo, 14 de abril de 2013
Una virgen calva
Rosario Gutierrez Mares (Óleo sobre temple) |
I
Una virgen calva
enhebra arena encendida
en el rosario del desierto.
Olivo seco de ramos,
Pascuas húmedas de llanto.
Luces imprecisas
mascotas perdidas.
II
Una virgen calva
cabalga la procesión de los equinoccios
descansa en los ocres muelles
del otoño.
La lluvia negra sumerge
las casas, los hombres, los nombres,
las hojas, el verbo, las horas,
los colchones con memoria de amor,
de piel, de caricias, de sueños,
hoy muertos.
La sombra de la luna
es la piel de la serpiente
ella acecha la conciencia
de los políticos que duermen.
III
Una virgen calva
cabalga el dragón de las doncellas
como en los cuentos de hadas.
Revela antiguos arcanos
Aauncia el Apocalipsis
acuático.
Ella prepara su encaje de primavera
y sus guantes de seda verde
consagrada a las flores y a los colores.
IV
Una virgen calva juega a la ronda
en el fuego sagrado en las Anfidromias
lava la frente de los niños
con agua lustral de bautismo.
Custodia a los desamparados,
arde en la Pasión de los enviados
enciende la esperanza
en el corazón de los inundados
vela por las manos de los demiurgos
Artesanos.
en el fuego sagrado en las Anfidromias
lava la frente de los niños
con agua lustral de bautismo.
Custodia a los desamparados,
arde en la Pasión de los enviados
enciende la esperanza
en el corazón de los inundados
vela por las manos de los demiurgos
Artesanos.
Marcelo Ocampo
13/4/13
13/4/13
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