La luna manchada
con la huella del hombre,
ya no es el primer muerto.
El bosque talado,
ya no es el canto
de los pájaros.
La montaña, ya no es el ascenso.
La lluvia, ya no es el agua.
La foto ya no es la foto.
La realidad, ya no es la realidad.
La cruz ya no es la redención.
La boina ya no es la revolución.
El amor ya no es
Eros y Psiqué.
La máscara de Dios, ya no es Dios.
La primavera de las rosas,
ya no es el vértigo de la rosa.
He dejado de ser,
aquello que nunca ha sido.
Marcelo
2 comentarios:
Unos versos bellísimos, Marcelo. Disfruté mucho con su lectura. Gracias
Un abrazo
Gracias Hada de los cuentos, acabo de regresar de los árboles del paraíso y te dejé un comentario como Marcelo Ocampo. Muy singular la educación de las emociones y de los valores positivos!!!
Un abrazo
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