El caso
Le habrían implantado seis embriones y dos de ellos resultaron en mellizos. Pese a la sorpresa inicial, en ningún momento pensó en abortar ni en deshacerse de ningún feto. Mientras los ocho recién nacidos, que vinieron al mundo por cesárea a las 30 semanas, siguen bajo supervisión médica, aunque están en buen estado, la madre ha aprovechado que ha recibido el alta para acudir al canal estadounidense NBC a conceder su primera entrevista y defenderse de las críticas.( l )
Ella ya era madre de 6 hijos que tienen entre dos y siete años. O sea que ahora tiene 14 hijos.
Regulación de la FIV
La Sociedad Americana de Medicina reproductiva (ASRM) es una organización multidisciplinaria dedicada a la promoción del arte, la ciencia, y la práctica de la medicina reproductiva. La sociedad realiza su misión a través de la búsqueda de la excelencia en la educación y la investigación y mediante actividades de promoción en nombre de los pacientes, médicos, afiliados y proveedores de atención médica.
En la última década, la ASRM y la Asociación para la Tecnología de la Reproducción Asistida (SART) han trabajado diligentemente para reducir el número de nacimientos múltiples como resultado de tratamientos de fecundación in vitro. “Hemos elaborado reglamentaciones que restringen el número de embriones transferidos durante la FIV” y éstas han dado lugar a un menor número de embriones que se transfieren y una marcada reducción en el número de nacimientos múltiples”. (2)
La ASRM frente al nacimiento de octillizos, declaró desconocer las circunstancias que rodearon la concepción de estos niños, si se debió a un tratamiento de FIV, “podemos decir que la transferencia de embriones de ocho en un ciclo de FIV es mucho más allá de nuestras directrices”. Aseguran que tienen métodos para examinar este tipo de cuestiones y adoptar las medidas adecuadas.
La preocupación por la confidencialidad les impide hacer cualquier comentario adicional sobre este caso concreto en este momento. (3)
Análisis del caso
Desde la ética interesa el nivel de argumentación de valores en cuanto normas o lo que es correcto o no en determinado contexto social y cultural.
Como marco de reflexión general se puede considerar que la técnica es un conjunto de medidas que permiten una eficaz relación de fines con un ahorro de trabajo y alude a un sistema de reglas que determinan la acción racionalmente adecuada a fines.
Desde la ética de principios, en el caso que nos ocupa hay una colisión entre el principio de autonomía o gobierno propio, y el principio de justicia, que es dar a cada uno lo suyo. El primero ligado a una concepción contractual de la relación médico paciente y el segundo que representa el derecho a la salud y el bien común. La pregunta es si hay límites para la autonomía entendida como medicina del deseo y claramente el límite es el bien común, los recursos son escasos y el sistema de salud debe entenderse como un sistema solidario. No se trata solo de “mi cuerpo” y “mi deseo” sin importar los costos ni tampoco el Otro. En la medicina del deseo, el límite es el otro y las regulaciones en materia específica de una determinada tecnología. En este caso el deseo de la madre de ser feliz por tener muchos hijos, colocaría a los hijos como medios para lograr la felicidad. Desde la ética de principios, es bueno hacer lo que se debe y acá se rescata el concepto de dignidad de la persona como fin y no como medio. ¿Que pasaría si todas las mujeres quieren ser madres multíparas y acuden a un FIV en masa?
Es el límite a la autonomía como deseo de felicidad a través del consumo de tecnociencia, es consumo de salud y no derecho a la salud. La FIV tiene sus indicaciones precisas y los organismos sanitarios su regulación. El principio de Justicia tiene en cuenta entre otras cuestiones, los costos y la eficiencia en términos de la difícil ecuación eficacia/costos/beneficios. En http://www.latimes.com, los Ángeles Time, February 7, 2009 Jessica Garrison, Kimi Yoshino and Catherine Ho. analizan los costos del milagro o éxito medico en el nacimiento de los octillizos.
Lo cuidados de la madre y bebés con potenciales problemas, entre médicos y enfermeras llega a $3,063. Un posparto sin operación cuesta $3,029.
La paciente y sus 8 hijos estuvieron más de 9 semanas, con lo cual la cifra sería cercana a los $300,000.
En el caso que nos ocupa los límites están plasmados en las recomendaciones de la ASRM en cuanto al número de embriones a implantar, la edad de la paciente, los riesgos propios de la FIV, los riesgos potenciales de salud en los bebés nacidos con esta técnica y el problema creciente de los embriones congelados.
Por otro lado, los médicos encarnan el principio de beneficencia que es promover el bien y el principio de no maleficencia o evitar el mal. ¿Está dentro de la beneficencia el uso de biotecnología para satisfacer un deseo de felicidad?
En el actual sistema de salud neoliberal y en las vidrieras de la mercadotecnia parece a primera vista que sí. Pero las regulaciones mencionadas arriba, hacen pensar en la circulación de la responsabilidad profesional, no solamente dentro del marco de la relación médico paciente sino también en un nivel horizontal de deberes entre pares o ética deontológica. ¿En qué lugar quedan los otros profesionales especialistas en reproducción asistida? ¿Cuál es la lectura de la sociedad?
Conclusión
Uno de los fines de la bioética es armonizar el uso de de la ciencias biomédicas y sus tecnologías con los derechos humanos y en relación con los valores y principios éticos universalmente proclamados y hoy se encuentra en la encrucijada entre la manipulación de la vida y la atención de la salud y el bienestar de las personas, procurando interpretar y orientar los avances en medio de los cambios sociales y culturales de la globalización. (4)
El análisis del caso de los octillizos nacidos aparentemente mediante FIV escaparía a estos postulados, colisionando el deseo de tener más hijos o autonomía contra el principio de justicia o uso racional de la tecnología en una sociedad democrática con la salud dentro del plexo de derechos humanos. En este contexto, la otredad o condición de ser otro, corre el riesgo de perderse en la feria de la mercadotecnia. Y los cuerpos sin rostro son anónimos muertos.
No escapa este asunto a la sospecha temprana de Ortega y Gaseet en su Meditación sobre la técnica, al afirmar: “Uno de los temas que en los próximos años se va a debatir con mayor brío es el del sentido, ventajas, daños y límites de la técnica”.
Desde la lengua del mito, se cuenta que una vez Zeus, sedujo a la titánide Leto y ella fue madre de dos hijos, el olímpico Apolo y la diosa virgen de los confines Artemis. Níobe, se vanagloriaba de su prole, tuvo con su esposo el rey Anfión, 14 hijos, naturalmente sin recurrir a la Fertilización in Vitro. Y por haber tenido una prole tan numerosa, decía que era mejor madre que Leto. La hybris o desmesura de Níobe contra los dioses, fue castigada sin compasión: Apolo mató a los 7 hijos varones y Artemis a las 7 hijas con las certeras flechas; Zeus tuvo piedad de la pobre Níobe y la convirtió en roca hecha con sus propias lágrimas. Es la justicia de los dioses bajo el cielo politeísta griego. Bajo el cielo de hoy, monoteísta de un lado y de postulados éticos del otro, según la mirada de los mortales, el pecado de encarnizamiento biotecnológico de hoy, es la hybris de ayer.
AUTOR:Marcelo Ocampo
Publicado en http://www.edicionesmedicas.com.ar
Fuentes consultadas
1. elmundo.es http://www.elmundo.es/noticias/
2 Declaración de la Misión ASRM http://www.asrm.org
3 ASRM Comunicados de Prensa http://www.asrm.org
4 Tinant C. Diccionario Latinoamericano de Bioética; 168,2008 UNESCO.
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