lunes, 25 de enero de 2010

Células madres del cordón umbilical:Legitimidad, comunitarismo e individualismo


"En cuanto al tipo de banco público o privado tiene simetría con la donación de órganos como acto solidario de donar, una decisión altruista para quien lo necesite es el bien común.

Nadie está obligado a donar, de ahí el acto voluntario. En el caso de bancos privados, nadie está legitimado para decir que no hay que hacerlo, queda dentro de las libertades individuales".

El texto anteriormente citado pertenece a un artículo que escribí: Células Madre: Enfoque Bioético, disponible en el báculo de Asclepio.

Se trata de una ampliación de las reflexiones enviadas y publicadas a modo de carta de lectores por gentileza del Dr. Enrique Otharán en el artículo: Células madre, fallos contra el INCUCAI, disponible en www.edicionesmedicas.com.ar

Profundizando el análisis, una de las preocupaciones que flota en el asunto de esta biotecnología, es la inequidad, ya que muy pocos pueden criopreservar las células madre de cordón umbilical; este tópico, desde el principio de justicia, obliga a plantearse si esto es justo, mas allá de las cuestiones jurídicas acerca de las libertades individuales en colisión con la igualdad de acceso a los recursos terapéuticos, una de las premisas de la reunión de la OMS en Alma Ata, 1978.

Parece que la autonomía colisiona con los intereses colectivos, en las concepciones comunitaristas versus individualistas en los sistemas sociales englobando a las políticas sanitarias.

Comunitarismo entendido como una posición ético-normativa que postula una serie de normas en una tradición cultural común que define ideales como la vida buena. El individualismo como explicación de estrategias individuales, descriptivo como redescubrimiento de la esfera privada y en tercer lugar, como concepto filosófico político para la regulación de la conducta. (Cristina Donda, Comunitarismo e individualismo, Diccionario Latinoamericano de Bioética, UNESCO, 2008).

Otro concepto de valor para el análisis es el de legitimidad. En el mismo Diccionario, en las páginas 125 y 126 bajo el título Legitimidad, María Luisa Pfeiffer considera legítima a una situación, estado, acto, que se conforma a un mandato previo ético, moral o legal, advirtiendo que no se debe identificar legal con moral ya que un acto legal, conforme a una ley, puede ser ilegítimo cuando dicha ley no responde a exigencias morales o carece de fundamentos éticos.
Basado en estos conceptos formulo las siguientes preguntas:

¿Es Legítimo tener bancos de células madre privados? En lugar de si es legal tenerlo, habida cuenta que lo legal es legitimado por lo moral.

¿Tiene derecho una persona que ha optado por un “freezer privado” de células a acceder al “freezer público” si por alguna razón sus células sufren algún accidente en el criopreservado?

¿La ley de transplante del INCUCAI y anexos de reglamentación sobre Células Progenitoras Hematopoyéticas haría posible que una persona en lista de espera y situación clínica acuciante pueda utilizar las células madre histocompatibles de un “freezer privado”, por legitimación legal de la norma, argumentando que la persona es un fin en si misma, por encima de los intereses individuales?


Las respuestas deben abordarse desde la bioética como reflexión fundante de la legitimidad.
Pero si se homologa la disponibilidad de las células madre con la ley Nº 24.193 del INCUCAI sobre transplante de órganos, entonces el debate se inclinaría hacia la disponibilidad para todos de las células hematopoyéticas de bancos privados.
Se advierte la colisión inevitable entre el comunitarismo y el individualismo, ámbito público y privado, éticas de la virtud y éticas del deber, las primeras ligadas al comunitarismo y las segundas al individualismo.
La educación en la virtud y la promoción de los valores tales como la solidaridad, llevarían a considerar las vidas de los otros como las propias vidas.

Se postula en todo caso, si es posible lograr una política en salud que establezca lo que es bueno para todos y cada uno de los individuos, y hasta donde es posible una intromisión “tolerable” del estado en las libertades individuales.
De no ser así, el asalto tecnológico de la medicina conlleva asaltos de fallos judiciales (judicialización) asaltos de decretos de necesidad y urgencia (politización) que saltan olímpicamente el debate del deber ser, es decir la legitimación ética y moral en la equidad de los sistemas de salud, o sea el debate de lo que es a lo que debe ser o el itinerario de la bioética empírica a la bioética jurídica.

Marcelo Ocampo
Autor

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