Tiempos Modernos |
En este juego de tragedia de técnica de arte y de ciencia, está el devenir del hombre y su existencia en el mundo pragmático y en el mundo de los valores. El nihilismo es un valor positivo o negativo, según aspectos históricos, lexicográficos, artísticos y filosóficos.
Esta es la saga de unas reflexiones acerca de la técnica, del arte y de la ética que luego serán investigadas, trabajadas y publicadas como parte de las tareas del Grupo Atenea La Plata.( Esquilo y su Prometeo Encadenado, Sófocles y su Antígona, ambos en interpelación a la técnica como problema trágico y luego filosófico, con Gorgias).
El nihilismo es etimológicamente nada, pero desde el punto de vista filosófico es vacío de valores, o la pregunta ¿para que?
El Ruso Turgeniev, un novelista, afirma que él es el padre del término nihilista, precisamente por el modo de pensar de Bazarov, un joven médico que viene a visitar a un amigo que lo recibe en su hacienda justo en un ambiente político intenso, (liberación de los campesinos d la gleba), y este joven, critica los valores de los aristócratas y éstos dicen que él es un negador de valores y del orden social, un nihilista. Bazarov acepta el apelativo y rechaza los principios y valores de la vieja generación y se compromete con su función social de médico, muriendo por una infección contraída curando a un enfermo.
El padre filosófico del nihilismo es Nietzsche, en "la voluntad de poder", quien abreva en estas aguas y en Bourget, de quien toma el concepto de decadencia: Una ley idéntica gobierna el desarrollo y la decadencia de ese otro organismo que es el lenguaje. Un estilo decadente es aquél en el cual la unidad del libro se descompone, para hacer lugar a la independencia de la página, la página se descompone; para hacer lugar a la independencia de la frase, y la frase, para hacer lugar a la independencia de la palabra. (Bourget)
Nietzsche interroga a la técnica como acontecimiento total a la manera de Franco Volpi, “la danza que baila la época contemporánea”.
La técnica moderna, tiene un hilo conductor con el arte de los griegos sobre la Techné, como destino del hombre.
Los griegos zanjaron esta tradición mediante la tragedia, con el sacrificio.
Hoy, ¿quién está dispuesto al sacrificio?
Entonces el para que surge como el nihilismo posmoderno: una crisis de valores tal que luego de andar por un camino de hielo, el hombre ha advertido que éste se ha roto en mil pedazos y no sabe hacia donde ir.El nihilsmo es esta desorientación, acelerada por la técnica, la cuál hostil a la simbología (asimbólica), toma a la naturaleza y al hombre como objeto. El mundo, gracias a ella, puede seguir andando sin la raza humana.
La técnica y la poiesis se separan pero ¿hasta que punto no es una sin la otra?
Desde una perspectiva etológica, el hombre al usar recursos naturales (tierra, pigmentos, papel, piel), para su supervivencia, ya está negando la naturaleza y su unión con ella (ecosistema vs. etosistema).
Esto es un nihilismo filogenético y de ontogénesis.
Poiesis, es decir un arte que custodia lo desvelado. No así la técnica que devela sin custodiar.
¿Cómo hacer para velar por aquello desvelado en el mundo de hoy?
Tal vez con una ética de convergencia que acepte la presencia de la técnica y del huésped inquietante: el nihilismo.
Arte y nihilismo tienen tanto en común como la vida y la muerte: un juego en el cuál una no es sin la otra.
Pero el imperativo tecnológico como devenir pone en peligro este juego, al punto de desafiar a la propia muerte al propio cuerpo deficiente y efímero.
Como bien escribe Volpi, el nihilismo ha carcomido las verdades y debilitado las religiones, pero también ha disuelto dogmatismos.
La raíz griega de Occidente con el hombre libre, portador de razón y lenguaje, lleva el germen nihilista en Gorgias quien afirmó: “nada existe y si existe es incognoscible”
Tal vez el superhombre sea un clon inmortal genéticamente manipulado en un mundo donde el sueño de los hombres haya muerto como han muerto los dioses.
Marcelo Ocampo
Fuentes:
Esquilo. Prometeo Encadenado. Ed. Planeta 2000
Cacciari M, Doná M. Arte, Tragedia, Técnica. Ed. Prometeo, 2008
Volpi, F. El nihilismo. Ed. biblos, 2005.
Nitzsche, F. El origen de la Tragedia. Ed. Caronte, filosofía, 2000.
Sófocles: Antígona. Ed, Quadrata, 2003
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